MARIA

MARIA
ROSAS PARA LA VIRGEN MARÍA

martes, 26 de noviembre de 2013

MARIA MADRE DE LA IGLESIA


MARÍA, MADRE DE CRISTO, MADRE DE LA IGLESIA
Después de haber hablado del papel de la Virgen María en el Misterio de Cristo y del Espíritu, conviene considerar ahora su lugar en el Misterio de la Iglesia. «Se la reconoce y se la venera como verdadera Madre de Dios y del Redentor más aún, "es verdaderamente la Madre de los miembros (de Cristo) porque colaboró con su amor a que nacieran en la Iglesia los creyentes, miembros de aquella cabeza" María Madre de Cristo, Madre de la Iglesia.
 La maternidad de María respecto de la Iglesia
El papel de María con relación a la Iglesia es inseparable de su unión con Cristo, deriva directamente de ella. "Esta unión de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación se manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo hasta su muerte" (LG 57). Se manifiesta particularmente en la hora de su pasión:
«La Bienaventurada Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz. Allí, por voluntad de Dios, estuvo de pie, sufrió intensamente con su Hijo y se unió a su sacrificio con corazón de madre que, llena de amor, daba amorosamente su consentimiento a la inmolación de su Hijo como víctima que Ella había engendrado. Finalmente, Jesucristo, agonizando en la cruz, la dio como madre al discípulo con estas palabras: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” (Jn 19, 26-27).
 




 

sábado, 23 de noviembre de 2013

CONOCIENDO A LA VIRGEN MARÍA


CONOCIENDO A LA SANTISIMA VIRGEN MARIA

 
Dios está contigo, María!”

Como en la vida de las grandes figuras del Antiguo Testamento, Dios se hizo presente en la vida de María. El ángel Gabriel vino y le dijo: “¡Ave María, llena de gracia! ¡El Señor está contigo!”. Traduciendo mejor estas palabras para la gente, pueden decir: “¡Alégrate, María, favorecida por la gracia! ¡El Señor está contigo!” (Lc 1,28).

 María quedó muy impresionada con este saludo del ángel y no sabía bien lo que significaban aquellas palabras (Lc 1,29). Y no era para menos, pues se trataba de dos asuntos muy importantes:


1. “Favorecida por la Gracia”

 En la Biblia, la palabra gracia indica el amor y el cariño con que Dios ama a su pueblo, la fidelidad con que él lo sustenta y el compromiso que él asumió consigo mismo de estar siempre con ese pueblo para liberarlo.

 

 
 

En el Antiguo Testamento, el pueblo siempre fue objeto de este amor fiel de Dios. María lo sabía muy bien, pues conocía la historia de su pueblo. Y ahora, conforme a las palabras del ángel, toda esta carga de amor fiel de Dios para con su pueblo y todo este compromiso de libertar a los oprimidos estaban siendo concentrados en su persona. Ella, María, era “favorecida por la gracia”. Era objeto de aquella gracia con que Dios quería beneficiar a su pueblo.
 
 

¡No tengas miedo!
El ángel enseguida, para tranquilizarla, le dijo: “Tranquilízate, María, que Dios te ha concedido su favor. Pues mira, vas a concebir, darás a luz un hijo y le pondrás de nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David su antepasado; reinará para siempre en la casa de Jacob y su reinado no tendrá fin” (Lc 1, 30-33).

Con esta respuesta del ángel todo quedó claro. María supo que ella era escogida de Dios para ser madre del libertador del pueblo, esperado desde tantos siglos. ¡La esperanza de todos iba a realizarse!
 
 “El Espíritu Santo vendrá sobre ti!”
Ante la dificultad de María, el ángel le contestó: “El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso al que va a nacer lo llamarán “consagrado”, Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel; a pesar de su vejez ha concebido un hijo, y la que decían que era estéril está ya de seis meses; para Dios no hay nada imposible” (Lc 1, 35-37).
En la hora en que el ángel preguntaba a María si ella quería ser la madre del libertador del pueblo, era como si la historia de la humanidad quedase parada por un momento, suspensa ante la respuesta de aquella joven Miriam. Dios permitió que la respuesta libre de una joven “humilde y pobre” decidiese el futuro de la humanidad. Y ella no le decepcionó.
Creyó en este mensaje, concibió del Espíritu Santo, y la Iglesia ya está naciendo. Es en la vida y en el testimonio de esta Iglesia donde la Palabra de Dios se hace carne y nos revela su imagen.



viernes, 22 de noviembre de 2013

EL SANTO ROSARIO Y SUS PROMESAS


La palabra Rosario significa "Corona de Rosas". Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave María le están dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la más importante de todas.

 
 
Ninguna oración es tan meritoria para el alma y tan gloriosa para Jesús y María como el Rosario bien rezado.  San Luis María Grignion de Montfort


 
1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
2. Prometo mi especialís
ima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
4. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
6. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
8. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.
9. Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.

 

REZA EL SANTO ROSARIO

 
MISTERIOS GOZOSOS 
Se comtempla los misterios de alegría porque nos demuestran la llegada del mesias  que es Jesús nuestro salvador. Recemos junto con María
 
MISTERIOS DOLOROSO
Se comtempla el amor a de Jesús por entregarse por nosotros para tener una nueva vida .
 Recemos con María. 
 
 
MISTERIOS GLORIOSOS

Comtemplamos los misterios de gloria al ver a Jesús glorioso y que alugún día, resucitaremos como Él junto con la virgen Maria.
Recemos junto con ella



Quien reza el santo rosario cada día, ofrece a la virgen maría hermosa rosas.
 
 

lunes, 18 de noviembre de 2013

DEVOCIONES DE MARIA

La virgen María
Porque María es nuestra Madre ya que la recibimos de Jesús en la Cruz, (Jn. 19, 25-28). Juan representa a toda la Iglesia, además, la gran promesa en Gn. 3, 15 dice que quienes podrían vencer a la descendencia de la serpiente, serían los hijos o descendencia de la Mujer. Nosotros somos la descendencia de la Mujer, esta Mujer es la Virgen María. Si el pueblo de Israel, son los hijos en la Fe de Abraham, nosotros somos los hijos en la Fe de María, la primera que acepto a Cristo como Señor y Salvador, la primera que recibió la unción del Espíritu Santo (Lc. 1).


IMÁGENES Y MEDALLAS DE MARÍA
Otro elemento importante de nuestra devoción a María, son las imágenes y las  medallas que la representan en sus distintas advocaciones o títulos, que le ha dado la Iglesia a lo largo de los siglos.  Las imágenes y medallas, nos recuerdan constantemente la persona única y maravillosa que es María, y hacen presente a nuestros ojos su ejemplo de bondad, su amor por nosotros y su protección de Madre.

Las imágenes y las medallas de María no son, de ninguna manera, María; y esto tiene que quedar muy claro para todos; aunque parezca obvio, muchas veces tendemos a confundirlas, con el consiguiente perjuicio para la fe. Solamente nos la muestran, la ponen frente a nosotros, ante nuestra mirada, para que la tengamos en cuenta en nuestra vida de cada día, para que tengamos en cuenta su lugar privilegiado en nuestra fe cristiana, católica, como Madre de Jesús, el Hijo de Dios, para que nos apoyemos en ella, para que acudamos a ella y le pidamos su protección y su ayuda de madre en las diversas dificultades y problemas que se nos presentan, tanto de orden material como espiritual, y especialmente en estos últimos. María es, sin lugar a dudas, quien mejor puede entender nuestras situaciones difíciles y quien mejor puede interceder por nosotros ante Dios.


 



FIESTAS LITÚRGICAS DE MARÍA
En las fiestas marianas la Iglesia nos invita a hacernos conscientes del papel que María representó en nuestra salvación, al lado de Jesús, acompañándolo a lo largo de su vida, desde el primer momento de su existencia como hombre, en su propio vientre, por el poder del Espíritu Santo, y hasta su último suspiro en la cruz. María fue la madre cariñosa y tierna de Jesús niño, la amiga y confidente de Jesús adolescente, la compañera silenciosa de Jesús joven, primera y más ferviente discípula de Jesús Maestro, la  Madre dolorida de Jesús juzgado y condenado a muerte, y la Madre gozosa y alegre de Jesús resucitado la luminosa mañana de Pascua.    

En las fiestas marianas los católicos, unidos como una sola familia universal, alabamos a María y la bendecimos  por su fe profunda y confiada, por su humildad a toda prueba, por su bondad y su generosidad sin límites, por su pureza de alma y cuerpo, por su entrega incondicional a Dios, y en general, por todas las gracias que Dios Padre le otorgó cuando la eligió como Madre de su Hijo Jesús, gracias que ella supo acoger en su corazón y hacer fructificar en su vida sencilla pero llena de amor.
María modelo de fidelidad y entrega,
gracias por darnos a Jesús


lunes, 11 de noviembre de 2013

MENSAJE DE VIRGEN DE FATIMA


Los secretos de Fátima

  Dos de los tres secretos revelados por la hermana Lucía en 1942 son:
1) "Ustedes han visto el infierno donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarles, Dios desea establecer en el mundo devoción a mi Inmaculado Corazón."

2) "La Primera Guerra mundial terminara pronto. Sin embargo, si la humanidad no deja de ofender a Dios, otra guerra peor surgirá en el Reino del Papa Pío XI. Cuando ustedes vean una noche iluminada por una luz desconocida, sepan que éste es el gran signo que Dios les da, porque él va a castigar el mundo por sus crímenes a través de las guerras, el hambre, la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedir esto, Yo vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión de reparación de los Primeros Sábados.
Si mi petición es acatada, Rusia se convertirá, y habrá paz. Si no, Rusia transmitirá sus errores a través del mundo, promoviendo guerras y la persecución de la Iglesia; los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán aniquiladas; en el final mi Inmaculado Corazón triunfará. El santo Padre consagrara Rusia a mi la cual se convertirá, y algún tiempo de paz se le dará al mundo."
 
Aparicion de la virgen María a los pastorcitos



jueves, 7 de noviembre de 2013

DOGMAS MARIANOS


DOGMAS MARIANOS

EL DOGMA DE LA MATERNIDAD DIVINA

Se refiere a que la Virgen María es verdadera Madre de Dios. Fue solemnemente definido por el Concilio de Éfeso (año 431). Tiempo después, fue proclamado por otros Concilios universales, el de Calcedonia y los de Constantinopla.

Este dogma enseña que María es verdadera madre de Dios porque engendró al Hijo de Dios, la segunda persona de la Trinidad, la Persona del Verbo.

Este Verbo se hizo hombre por medio de María asumiendo la naturaleza humana, engendrada milagrosa y virginalmente por ella, por obra del Espíritu Santo. Por eso María es verdaderamente su Madre.

 EL DOGMA DE LA PERPETUA VIRGINIDAD

Se refiere a que María fue Virgen antes, durante y perpetuamente después del parto.

"Ella es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo cuyo nombre será Emanuel" Se llama a esta prerrogativa la virginidad perpetua de María. Este dogma incluye la virginidad de María antes de la concepción del Hijo de Dios, en su concepción, en su nacimiento y después de éste.

María permaneció virgen en el momento de la concepción del Verbo, porque fue hecha Madre de Dios por obra del Espíritu Santo, sin intervención de varón. Fue virgen en el parto, porque el nacimiento del Hijo de Dios no quebrantó, más bien consagró su virginidad.

 

EL DOGMA DE LA ASUNCIÓN

  Se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial. Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus. Según este dogma, la Virgen Inmaculada, Madre de Dios, terminado el período de su vida terrestre, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial.

Pío XII definió el dogma en 1950, en la Bula Munificentissimus Deus. No queda definido si la Virgen murió o no. Sólo que su cuerpo no quedó sometido a la corrupción del sepulcro, y que ha sido ya glorificado.

La profecía contenida en Génesis 3, 15 insinúa esta verdad al anunciar la victoria de la mujer y de su Hijo sobre el pecado y sobre la muerte. Lo mismo parece desprenderse del Cap. 12 del Apocalipsis.
 

 
EL DOGMA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

 Establece que María fue concebida sin mancha de pecado original. El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus.

Significa este dogma dos cosas: que María fue concebida limpia de pecado original y que desde el primer instante de su concepción estuvo adornada de la gracia de Dios. Su inmunidad del pecado original se le otorgó en virtud de los méritos futuros de su Hijo Redentor.

 Este privilegio está insinuado en dos textos de la Sagrada Escritura. Primero, en Génesis 3, 15, en que se habla de la victoria de la mujer y de su descendencia sobre la serpiente. Y segundo, en Lc 1, 28, en las palabras que el ángel dirigió a María: «Dios te salve, llena de Gracia».

lunes, 4 de noviembre de 2013

CANTICO DE LA VIRGEN MARIA



Cántico de María

Canto a Dios que me dio la vida, el que comenzó el universo y lo mantiene. Y danzo ante mi Señor con alegría, sin miedo ni vergüenza, porque es el único dueño de mi vida. Me alegro en mi Dios

Me ha sacado del último rincón del mundo y colocado por encima de los prepotentes. Sin educación, sin nobleza, ni riqueza, sin la belleza que ostentan los grandes de la tierra, soy ahora el orgullo de los humildes. Me alegro en mi Dios

Yo soy, una joven sencilla Mujer de un pequeño pueblo dispuesta a todo de palabra. Me pidió mi voluntad y mi futuro y se lo di, por amor, a ciegas. Ahora Él me recompensa Me alegro en mi Dios

Sin necesidad de nadie ha transformado mi esterilidad en vida, en sabiduría mi experiencia. Ha hecho relucir en mí su humanidad que supera toda apariencia Me alegro en mi Dios

Estaba sola en la soledad de mi pequeñez cuando me abandoné en su manos tiernas y me sació de su presencia cierta. Me levantó por encima de los engreídos de los que piensan que son algo. Me alegro en mi Dios

En mí decidió auxiliar al desvalido. En mí cumple sus promesas. Libera con justicia al oprimido y colma en comunión su libertad. Me alegro en mi Dios . El regala todo a quien se deja regalar. Sintiendo tanta predilección y ternura que por mí ha tenido el Creador, he escuchado su susurro en la brisa. Me alegro en mi Dios

Y poseída por su Espíritu no me importa sufrir en el parto de su Reino de vida. Me alegro en mi Dios









LA VIRGEN MARIA EN LOS EVANGELIOS

La virgen María en los evangelios
Anunciación del ángel Gabriel Lc 1,26-38

“Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo” “Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús” “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá” Al oír estas palabras María se preguntaba que significaba tal saludo “¿Cómo será esto, pues no conozco varón?” “Aquí está la esclava del Señor, que me suceda según dices”

Visitación de María a su prima Isabel Lc 1,39-56

Al saber por el ángel que Isabel esperaba un hijo, se encaminó hacia el pueblo donde vivía. Al oír Isabel su saludo el niño saltó en su seno y ella respondió:“Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre” María, desde su humildad, le respondió con una bella oración, el MAGNIFICAT (Lc 1,47-55)
Nacimiento de Jesús Lc 2,1-20

Cuando tuvieron María y José que empadronarse bajaron a la ciudad de David, llamada BELÉN. Estando allí María se puso de parto y dio a luz a JESÚS. Un ángel del Señor alertó a unos pastores que cuidaban sus ganados para que fueran a adorar al Mesías que encontrarían envuelto en pañales “María, por su parte, guardaba todos estos recuerdos y los meditaba en su corazón” (Lc 1,19)
Presentación en el templo de Jesús Lc 2,21-39

A los 8 días lo circuncidaron y le pusieron por nombre JESÚS. Para cumplir con la ley de Moisés lo llevaron al templo de Jerusalén “Todo primogénito varón será consagrado a Dios” Y ofrecieron dos tórtolas. Simeón, que esperaba al Salvador, tomó al niño en sus brazos y dijo: “Ahora Señor, según tu promesa puedes dejar que tu siervo muera en paz. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos, luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”


María vela por la educación de Jesús Lc 2,40

El niño crecía y se fortalecía; estaba lleno de sabiduría y gozaba del favor de Dios


Primera Pascua en Jerusalén Lc 2,41-52

Al cumplir Jesús los 12 años subió con sus padres a Jerusalén para celebrar la Pascua. Al regreso, Jesús se quedó hablando con los doctores del templo. Sus padres estaban preocupados porque no lo encontraban. Al verlo, María le dijo: “Hijo, ¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado angustiados “A lo que Jesús respondió: “ ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?

Bodas de Caná Jn 2,1-12 HACED LO QUE ÉL OS DIGA

María y Jesús asistían a una boda cuando se acabó el vino. María animó a Jesús a ayudar a los novios. Las últimas palabras de María que recogen los evangelios se dirigen a los sirvientes y son todo un mensaje también para nosotros.
Junto a la cruz Jn 19,25-30

¡Qué dolor tan inmenso el de María al ver a su hijo clavado en la cruz! Jesús no deja a María sola, nos la entrega como madre de la Iglesia. Esto se produce las palabras que dirige a María: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” y también a su fiel amigo Juan: “Ahí tienes a tu madre”


Pentecostés Hch 2,1-13

Estando los apóstoles juntos en oración con algunas mujeres y con MARÍA la madre de Jesús, vino un ruido del cielo y se posaron sobre ellos como lenguas de fuego. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar lenguas extrañas y diferentes. Anunciaban a todos el Evangelio y todos les entendían en su idioma. Nacía así la IGLESIA.


LA VIRGEN MARIA ES EL PRIMER SAGRARIO QUE GUARDO A JESÚS EN SU VIENTRE